Cuando la
Dirección de Conducción Organizacional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, me propone contar la
historia de Juana Azurduy en imágenes, me encontré con una vida cautivante,
mística y reveladora. Durante la investigación me fue imposible poner todo lo
que vivió esa mujer para llevar a cabo su sueño de independencia. Había que
elegir momentos, pensar un relato. Fue entonces que decidí resaltar dos
aspectos: su sufrimiento como mujer y su identidad originaria. Hay en la vida
de Juana Azurduy una lucha por el reconocimiento, una imposibilidad de comprender la historia Argentina empezando por los hechos de 1810. Fueron los pueblos norteños los
que iniciaron el grito independentista, fueron los hombres y mujeres del
kollasuyu, los indios queswaymaras, los primeros revolucionarios. Los pueblos
originarios fueron los primeros en rebelarse contra los españoles, fueron ellos
los que pusieron el cuerpo para la independencia. Juana encarna esa identidad originaria, ese espíritu telúrico que enciende la rebelión.
Metáfora del lugar que
la historia le ha dado a los
pueblos originarios es el final de su vida. Sin ser reconocida muere olvidada
en el norte argentino.
Por otro lado es impresionante el lugar donde Juana ha
llevado la dignidad de la mujer que lucha. De solo pensar que perdió cuatro de
sus hijos, que lucho embarazada contra el invasor y que perdió a su marido y
compañero de luchas, demuestra la voluntad inquebrantable que tenia Juana Azurduy
por liberar a su pueblo, del amor que sentía por su Patria.
Al ver las imágenes que Pablo de Bella ilustró con tanta
conexión con los sentimientos de Juana no se puede evitar pensar en la fuerza
de nuestra Presidenta, la que también perdiendo a su compañero de luchas y del
alma, sigue con tesón dando batallas por su Patria.
El propósito de la historieta “Juana Azurduy – Hija de la Pachamama ” es instalar
un debate, repensar nuestra historia, reconocer el infinito aporte que han
hecho nuestros ancestros, los Pueblos Originarios, y poner en valor por fin, el
lugar de las mujeres en la lucha por la dignidad del pueblo argentino.
Gustavo “Pájaro” Koenig